8.2.11

Pensar no cuesta nada.

Te ponés a pensar y pensás, y pensás. Te tomás un café y pensás. Eu, está bueno pensar! Aunque eso nunca salga de tu cabeza. Hoy tenía mucho sueño y ganas de verlo, para no dormirme me preparé un café fuertísimo, y solitas un montón de ideas vinieron a mí.
Hoy por hoy, pareciera que una nueva etapa en mi vida se está abriendo. Vida nueva, superaciones, puertas que se cierran pero ventanas que se abren. Mi manera de ver las cosas se va alterando y voy cambiando cada día un poquito más gracias a las experiencias que me gano en el día a día. Hasta hace un mes creía haber encontrado al amor de mi vida, al padre de mis hijos, la luz de mis ojos, mi otra mitad... PENDEJA TENÉS DIECISIETE AÑOS! Calmate!!!!  Teikirisi, pichona.Tiempo al tiempo. Hoy entiendo que nada es eterno, nada es para siempre (homonimando al título de este blog). Va a haber muchos "hombres de mi vida", cada uno marcará el principio y el final de un ciclo. Pero eso de vivir enamorada, de que todo es perfecto, todo es color de rosa... ya no es para mí. Las princesas, los finales felices y nada es imposible son una etapa vivida y descartada. Porque el amor es más que reirse juntos, ir agarrados de la mano, compartir veranos y noches inolvidables; el amor es estar ahí, al pie del cañón. En las buenas y en las malas. Los amores a distancia y los de verano son perfectamente falsos; porque claro... En verano somos todas lindas, bronceadas, copadas, no tenemos preocupaciones, hakuna matata, viva la pepa. Y después? Cuando llegás en febrero y tenés que rendir lo que te llevaste? Cuando te invade el invierno? Cuando estás solo? Cuando te despertás de mal humor, deseando nunca haber nacido? El amor de verano/distancia no está ahí, conociéndote, abrazándote a pesar de todo, llorando con vos, sufriendo con vos. Estando lejos, lo único que te une a la otra persona son recuerdos, recordás el eco feliz de lo que fue; pero de cerca se ve el detalle, lo real, lo imperfecto, el defecto. Y, amar, para mí, es aceptar el defecto y amarlo. Odiarlo, quererlo, amarlo hasta que te guste. Hasta que ese defecto, que todos ven, que está a flor de piel, ya no califique como defecto. Entender que ninguno es igual a uno mismo, aceptar al otro como un individuo y hacerlo parte de vos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario