7.2.11

Al fin.

Cuando volví de la costa decidí sacar el portaretrato que guardaba nuestra foto de la mesita de luz. Gran avance. Es que es así, siempre lo dije: Los viajes te cambian. El amor te cambia. Cambia, todo cambia. Por alguna extraña razón, el portaretrato aparecía erguido, como si nada hubiese pasado, en algún rincón de mi habitación. A la empleada le gusta verme sufrir, parece... Pero no lo logró. Porque veo esa foto, te veo, te encuentro, aparecés y no me pasa nada. Ni siquiera me inmuto. Está claro que estoy más que contenta, pero por otro lado siento nostalgia por todo eso lindo que me pasaba con vos y... ya no está. La vida es así, gira, cambia.
Fue un proceso que me tomó cerca de dos años y ya no tiene vuelta atrás. Pasé por muchos bares, almohadas empapadas, noches de amigas para olvidarte y me faltaba eso que ya llegó. Un poco de risa, un poco de amor, un poco de vida. Un poco de lo que no supiste darme. Buena vida para todos! Y ponganse contentos... por mí. Yo estoy feliz!

No hay comentarios:

Publicar un comentario